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¿Puede la Terapia Ocupacional (T.O.) ser una herramienta diagnóstica en la patología psiquiátrica? Montserrat Rincón Terapeuta Ocupacional. Programa de Intervención Psicosocial con personas reclusas con enfermedad mental crónica. Centro Penitenciario Navalcarnero. Madrid. España Quizás el cuestionarse esto suene osado, pretencioso, absurdo...pero para mi tiene un sentido claro y guarda una coherencia que trataré de aclarar lo mejor posible. Cuando desde el mundo de la atención a las personas que presentan enfermedad mental se trata de dar una hipótesis de diagnóstico, indagar sobre cuáles podrán ser las condiciones causantes o precipitantes de la enfermedad, cómo se ha manifestado ésta en el pasado, cómo en la actualidad, qué previsiones de mejoría se pueden deducir...cuando todo esto ocurre, ¿está presente la Terapia Ocupacional en esa discusión “técnico-filosófica”? Raras veces. ¿Por qué ocurre así? ¿porque la “chamanería” en este campo sólo es veto de psiquiatras, psicólogos u otros? ¿porque la Terapia Ocupacional no conoce la patología psiquiátrica? ¿porque la T.O. no posee herramientas diagnósticas? ¿porque la T.O. no tiene juicio clínico? ¿porque desde la T.O. no se sabe utilizar las herramientas que puedan existir? ¿O, simplemente porque la T.O. no se ha planteado lo suficiente esa posibilidad? Cuando entre colegas terapeutas ocupacionales hablamos de actividades y herramientas diagnósticas , ¿a qué nos referimos? Generalmente a aquéllas que nos arrojarán información sobre cuál y cómo es el desempeño ocupacional de la persona en su sentido más amplio, vease: En
relación a la persona la funcionalidad de la actividad que
desarrolla, el nivel de ejecución (en cuanto a todos los
componentes de ejecución: cognitivos, neuromusculares y
psicosociales), el grado de satisfacción , el grado de
autonomía, el modo de elección de ocupaciones, la
respuesta ocupacional en los diferentes entornos, el nivel de
interés ocupacional, etc.
La valoración clínica sobre las interacciones producidas
entre los tres aspectos (sujeto, entorno, actividad) nos brinda los
datos necesarios para deducir cuáles son las distorsiones
ocupacionales y las adaptaciones convenientes de llevar a cabo para que
el sujeto alcance un desempeño ocupacional óptimo en su
día a día.En relación a su entorno esas herramientas nos hablarán de cuál es su ambiente de comportamiento ocupacional (factores físicos, sociales y culturales) que estimula, retrae, distorsiona.. su desempeño ocupacional. En relación a la actividad nos darán la información necesaria para analizar cuáles son los requisitos que los diferentes roles/ocupaciones/actividades/tareas van a “exigir” a la persona. Cuando este trabajo de evaluación no se refiere únicamente al momento actual sino también al pasado y a las expectativas de futuro del sujeto, estamos llevando a cabo un proceso de análisis que nos conducirá a conclusiones diagnósticas en cuanto al equilibrio/desequilibrio ocupacional de una persona afectada por un trastorno psiquiátrico desde una visión longitudinal; estamos hablando, por tanto, de la praxis de esa persona, sobre su hacer, del porqué, del cómo, del para qué, del momento,... de ese hacer (aspectos íntimamente conectados con los procesos cognitivos, los estados emocionales, los aspectos conductuales y los condiciones bioquímicas del ser humano). Igualmente podremos generar supuestos acerca de cómo será ese hacer. Y , ¿no es prácticamente un dogma de fe la idea de que la psique y la praxis no se entienden la una sin la otra? Sería como quitar a la noche el día. Entones no sobra pensar que conocer la praxis de una persona nos facilitará alcanzar su psique y viceversa... ¿Por qué entonces vamos a considerar a la disciplina de Terapia Ocupacional como una herramienta complementaria no válida para el diagnóstico en la patología psiquiátrica ? Por tanto, respondiendo a las respuestas iniciales: La T.O. sí sabe sobre la patología psiquiátrica, la evolución psicológica y los factores neurológicos y bioquímicos del ser humano, dado que esto forma parte de su docencia (como ciencias relacionadas con la disciplina) La T.O. sí posee herramientas y técnicas diagnósticas específicas (usando la actividad como medio) La T.O. sí sabe utilizar esas pruebas diagnósticas ocupacionales, aunque se deba mejorar. La T.O. quizás se deba convencer a sí misma de que es necesaria y es capaz de estar presente en el análisis diagnóstico. Con
esto quiero decir que a mi juicio sí cabe la T. O. como
herramienta diagnóstica, ya que aporta información desde
una visión ocupacional sobre el proceso de enfermar y la
forma de manifestarse ese estado de enfermedad, puesto que facilita el
diagnóstico del desempeño ocupacional, esto es el
conocimiento sobre cómo ese estado afecta a su
ocupación/actividad diaria y dice que ese tipo de
desempeño corresponde a un tipo de trastorno y no a otro.
Por
supuesto no habrá de realizarse de forma unilateral, sino en
conexión directa con el resto de disciplinas implicadas,
utilizando la Psiquiatría pruebas
médico-psiquiátricas para el diagnóstico
diferencial, la Psicología psicológicas para especificar
los estados emocionales y cognitivos, etc. y la Terapia
Ocupacional la actividad y sus herramientas consecuentes para detallar
la presentación del hacer en el sujeto que vive inmerso en un
trastorno psiquiátrico. Como consecuencia de esta
aportación multidisciplinar se alcanzaría un
diagnóstico más completo y acertado.
Fecha de la publicación: 4 de noviembre de 2003 |