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ARTÍCULOS
Las neuronas son capaces de curarse
Durante mucho tiempo se pensó que era imposible recuperar
la función de las áreas del cerebro que se ven afectadas
por un ataque cerebral y que una vez muertas las neuronas no se regeneraban.
Pero ahora se sabe que el cerebro es sumamente plástico y que las
secuelas de un ataque cerebral son, en cierta medida, reversibles.
Entre los investigadores que intentan demostrar en humanos lo que hasta
ahora ha sido probado en animales se destaca el argentino Leonardo Cohen,
cuya actividad se desarrolla en los prestigiosos Institutos Nacionales
de la Salud de los Estados Unidos (NIH), donde se desempeña como
jefe de la Unidad de Fisiología Cortical Humana. Su tarea y la de
su equipo se centra en estudiar cómo se organiza el sistema nervioso
central para compensar la pérdidas de ciertas funciones y diseñar
estrategias de tratamiento que promuevan esos cambios.
De visita en Buenos Aires para disertar en el Congreso Argentino de
Neurología Infantil, que acaba de finalizar, el doctor Cohen dialogó
con La Nación.
-Doctor Cohen, ¿cómo definiría la plasticidad
cerebral?
-Es la capacidad del sistema nervioso central para adaptarse; sea para
recuperar funciones perdidas -después de un accidente cerebrovascular
(ACV) o de una lesión de médula espinal- o para adaptarse
a nuevos requerimientos ambientales; o sea, aprender. Esto quiere decir
en alguna medida que nuestro cerebro está permanentemente cambiando,
y si se pudieran entender mejor estos mecanismos se podrían instrumentar
estrategias para modificarlo con un fin determinado. Si una persona pierde
el movimiento de una mano y se supiera cómo estimular la plasticidad
de esa corteza motora, se ayudaría a recuperar esa función
perdida mucho más rápido.
-¿Cómo se producen esos cambios en las neuronas?
-Hay varias teorías. Una posibilidad es que establezcan nuevas
redes neuronales (nuevos contactos anatómicos entre las neuronas),
reemplazando las redes neuronales que había antes. Otra posibilidad
es que nazcan nuevas neuronas. Y también, que ciertas conexiones
neuronales que antes de la lesión no tenían una significación
funcional (había contactos anatómicos, pero esas neuronas
no hablaban entre sí) pasan a interactuar y a conectarse.
-¿Es posible maximizar esa plasticidad?
-Se puede modular la plasticidad cerebral con distintas estrategias.
Algunas son farmacológicas, como el uso de drogas asociadas con
la terapia física. Otras son cognitivas, modulando la atención
que el paciente presta en la ejecución de esas tareas, ya que se
aprende y recupera más rápido cuando hay un grado de atención
importante. Como la plasticidad depende además del uso, una terapia
de restricción del brazo sano e inducción del movimiento
en el miembro afectado también puede ser efectiva.
-¿En qué consiste la estimulación magnética
transcraneal?
-Es otra estrategia con la que experimentamos mucho. Se trata de una
corriente fuerte que genera un campo magnético que permite liberar
corrientes en el cerebro de manera no dolorosa. Esto se utiliza como una
prueba o para aumentar la excitabilidad de una parte del cerebro. Hipotéticamente,
así se incrementaría la capacidad de esa corteza para aprender
nuevas cosas. Es algo así como el efecto que produce tomar un café,
pues la capacidad de aprender algo en las horas subsiguientes aumenta,
uno se despierta. Lo que presumiblemente hace la estimulación es
despertar la porción de la corteza cerebral encargada de entrenarse
en una sesión de fisioterapia, de manera que el aprendizaje se incremente
sustancialmente.
-¿Incide la edad del paciente en la plasticidad de su cerebro?
-Es una verdad universal que cuanto más temprano se produzca
una lesión, más posibilidades de recuperación existen,
ya que es más probable que otras áreas del cerebro pasen
a reemplazar a aquella perdida en la lesión. Pero también
es cierto que el cerebro adulto tiene la posibilidad de experimentar cambios
plásticos de enorme importancia y magnitud. Y aunque antes se creía
que era imposible cambiar algo en la estructura o función de las
áreas del cerebro afectadas por una lesión después
de una cierta edad, hoy sabemos que no es así.
-¿Cómo será en el futuro el tratamiento de
pacientes con ACV?
-A pesar de que estos conocimientos se hallan aún en el nivel
experimental, cuando en los próximos cinco años se trasladen
a la clínica cotidiana cambiará la forma en que se trata
a los pacientes con ACV. Puede convertirse en una nueva especialidad, porque
es un área a la que se le ha prestado poca atención. Con
la información de la última década los neurólogos
serán agentes de cambio, utilizarán estrategias para modular
esos cambios plásticos que incluirán una combinación
de las terapias de entrenamiento bajo efectos farmacológicos y tal
vez también estimularán ciertas áreas del cerebro.
Todos los enfoques combinados tendrán más efecto que por
separado.
Fuente: Virtual Salud.com
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