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ARTÍCULOS
Ser feliz puede ser la clave para mantenerse lúcido y en forma
CNN Hay quienes dicen que la felicidad prolonga la vida y la tristeza
la acorta. Pero nueva evidencia científica revela que el estado
de ánimo no sólo incide directamente en las posibilidades
de sufrir problemas cerebrovasculares sino que también afecta nuestras
capacidades mentales. Un estudio del Centro de Investigación en
Epidemiología Psiquiátrica de la Universidad de Camberra,
Australia, correlaciona la depresión con la demencia y otras declinaciones
cognitivas de la vejez. Mientras que científicos del Centro de Control
y Prevención de Enfermedades (CCPE) de Estados Unidos hallaron que
la depresión severa aumenta de un 73 a un 160 % los riesgos de padecer
un ataque cerebral. El estudio del CCPE, encabezado por Bruce Jonas y difundido
en la publicación Psychosomatic medicine, observó durante
22 años la evolución clínica de 6095 personas de entre
25 y 74 años que no presentaban problemas de circulación
al iniciarse la investigación. Los esultados revelan que quienes
sufren de depresión severa tienen un 73 % más posibilidades
de padecer un ataque cerebral, mientras que en los casos de depresión
leve los riesgos ascienden un 25 %. "Estos hallazgos coinciden con lo que
uno ve todos los días en la práctica clínica", dice
el investigador José Vila, de la Clínica Adventista de Belgrano,
en Buenos Aires, Argentina. "Una de las causas de este fenómeno
son ciertas sustancias, llamadas catecolaminas, que aparecen en la sangre
con la depresión y atacan tanto al corazón como al endotelio
que tapiza el interior de la red vascular", señaló. "La depresión
favorece las obstrucciones y el sangrado", añadió. Por su
parte, el científico Alex Jorm, de la Universidad de Camberra, analizó
los datos obtenidos en varios estudios destinados a establecer la relación
entre la depresión y la demencia senil y otras declinaciones cognitivas
frecuentes en el proceso de envejecimiento. La investigación, que
aparece en el último número de la revista Gerontology, halló
que la depresión es un factor de riesgo serio para el deterioro
cognitivo asociado con la vejez. Los científicos indican que uno
de los factores que opera en este proceso es el efecto de los glucocorticoides
u hormonas del estrés, especialmente el cortisol, que pueden destruir
grandes grupos de células en el principal centro cerebral de fijación
de la memoria: el hipocampo. Vila comenta que estudios anteriores que evaluaron
el nivel de estrés ante factores psicosociales de cambio, revelaron
que situaciones como la viudez reciente, el divorcio o la pérdida
de trabajo inciden directamente en la salud. "Ojalá estos hallazgos
sirvan para que los especialistas le presten más atención
no sólo al cerebro de sus pacientes, sino también a su bienestar
psíquico", señaló. "La felicidad es una buena inversión",
agregó.
Fuente: Nueva Hora – 14/08/2000
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